Regularmente cuando uno comienza a dar clase a un grupo nuevo  o se une a un grupo por primera vez, se invierte algo de tiempo aprendiendo los nombres de los compañeros o alumnos por medio de juegos y actividades. Y si  vas a otro país, especialmente uno del otro lado del mundo, escucharás muchos nombres que jamás habías escuchado antes. Indonesia no es la excepción. Para mí sí fue este el caso, la mayoría de estos nombres nunca los había escuchado antes. Y me gustaría compartir la belleza natural que encontré en ellos (ofrezco una disculpa por sólo incluir nombres de hombres pues estoy usando nombres de mis estudiantes y hermanos en Indonesia, todos ellos varones).

Anggalius, Albinus, Engelbertus, Arkhidius y, Yanuarius.

Los nombres en Indonesia no sólo te indican quién es quién, también señalan la religión que practican. Por el nombre, puedes decir si una persona es musulmana, hindú o católica. Los nombres musulmanes son nombres tradicionales indonesios o musulmanes, como:

Ahmad, Amir, Muhammad y, Fajar.

Los balineses nombran a sus hijos en el orden en el que nacieron. Hijo o hija, el primero lleva el nombre de Wayan (o Putuh), el segundo, Made (o Kadek), el tercero, Nyoman (Komang o Ng Nga), y el cuarto es Ketut (y siempre Ketut). Aunque a los nombres de las niñas muy seguido se les asigna el “ni” (señorita) frente a su nombre. Y si la familia tiene más de cuatro hijos,  ¡vuelven a comenzar con los mismos cuatro nombres! ¿Te imaginas que todas las personas que conocieras tuvieran uno de los cuatro nombres? Esto podría resultar confuso sin embargo, como algunas otras personas, en Indonesia también usan “sobrenombres” y así no es tan confuso o difícil. Mi guía en Bali fue un buen señor llamado Made, su nombre se pronuncia “mah-dey”.

Los católicos son fácilmente reconocidos pues llevan nombres de santos o sus nombres tienen raíces claramente Latinas.

Antimus, Agripinus, Primus, Ciprianus y, Yulianus.

La cultura americana (católica) ha dejado esta tradición y considero que eso nos empobrece. Cuando escucho el nombre de algunos estudiantes, no puedo más que pensar en el santo del cual llevan el nombre. Y al mismo tiempo, tampoco puedo olvidar que somos llamados  a seguir los pasos de nuestros padres y madres espirituales.

Basilius, Walberga, Anselmus, Hiasinthus, Konstantinus, Wensislaus, Urbanus y, Marianus.

Algunos nombres me recuerdan a la Biblia e inmediatamente me transportan a las historias de la salvación. El nombre Firman, por ejemplo, se traduce como “la Palabra” (de Dios).

Teofilus, Cephas, Ponsianus, Apolinarus y, Selestinus.

La belleza de sus nombres es reflejo de lo artística que es esta cultura. El arte es parte de sus vidas, esto no lo es tanto para nosotros en el occidente. Muchos conocen lo artística que es Indonesia, por la belleza de sus telas (batik) y sus diseños, que aquí son tan comunes, sin embargo lo artístico de su cultura es mucho más profundo. En su cultura, es costumbre enseñar a todos los niños a leer notas musicales y cantar en coro, lo que permite que amenicen cada evento (desde cumpleaños, días festivos, hasta celebraciones religiosas). No es que todos tengan talento para cantar, sin embargo la mayoría sí son buenos cantando. Puedo escuchar la música aún en sus nombres.

Alfianus, Marselinus, Pankrasius, Yanuarius y, Wilibrodus.

Este es el lado positivo de los nombres en Indonesia, aunque también tiene su lado oscuro. Si el nombre identifica a la persona como católica, y esa persona vive donde la gran mayoría son musulmanes, algunas puertas se le cerrarán, como oportunidades de trabajo y educación, sólo por no tener el nombre correcto.

Yohannes, Irenius, Kuirinus, Hieronimus, Landolfus o, Damianus.

Aún así hay algo bueno detrás de este hecho. Llevar un nombre católico en esta cultura no es más que el testimonio de su fe. Es proclamar el mensaje cristiano con el nombre que se lleva. A muchos americanos en Estados Unidos les sorprende escuchar el nombre de Jesús en los latinos, pues este nombre no es comúnmente utilizado en la cultura anglosajona, excepto para referirse al hijo de Dios. Aquí en Indonesia van aún más allá llamando a sus hijos Kristianus, Krisostomus, Kristoforus, Kristo (Cristo) y Paskalis (Pascua). Aunque me tomó tiempo acostumbrarme a estos nombres, una vez que reconocí la belleza en ellos, he aprendido a aceptarlos.

Hay un nombre al que me ha tomado tiempo acostumbrarme, y es el nombre que los indonesios le dan a Dios. Aquí, los católicos y los musulmanes usan la misma palabra para referirse a Dios, Allah. Recuerdo que la primera vez que escuché la palabra Allah en nuestras oraciones pensé que se trataba de un error. Pero entendí que la historia musulmana tan arraigada en Indonesia, ha moldeado su lenguaje y es por eso que para referirse a Dios en indonesio se debe usar la palabra Allah, así se sea musulmán, católico o protestante.  

No todos los musulmanes están de acuerdo con esta práctica y nuestros vecinos musulmanes en Malasia, que no son tan moderados en sus expresiones de fe, han hecho ilegal el uso de la palabra Allah para referirse a Dios, a todos los que no son musulmanes. Pero para nosotros en Indonesia, sí es aceptable. Otra cosa hermosa que ha resultado de esta misión es que como ahora mis oraciones son a Allah, estoy más abierto a mis hermanos y hermanas musulmanes. 

En los nombres se puede encontrar belleza, pero más que en sus nombres, yo veo la belleza en mis hermanos y hermanas musulmanes.

 
Oprimir CTRL para varias opciones

Síguenos en: